Microcuento 16
Nov 5, 2024
El aire tenía olor raro. Debía ser su marido, que desde hacía un tiempo estaba hecho un cerdo, o los pedos, o los cuatro gatos que dormían con ellos.
Algo de todo eso tenía que ser la causa del olor. Hacía mucho frío para moverse o ventilar un poco. Así que hizo caso omiso y se fue a dormir.
El olor a gas se sentía desde la puerta. Desde la calle se sentía el olor a los cuerpos muertos y los meados de gato.